Aprovechando la Semana Santa y coincidiendo con la semana de descarga en la planificación del entrenamiento... he aprovechado para escaparme y cambiar mi ubicación habitual por el sol y la playa.
El destino ha sido un pueblo de la provincia de Castellón, en donde he podido disfrutar de unos buenos días y recuperar las fuerzas necesarias para afrontar el siguiente ciclo de entrenamientos con energía.
Pero allí... no he estado de manos cruzadas: paseos matinales en bici, calentamientos y entrenamientos en la playa los días que tocaba.
Como podéis observar, un bonito paraje para desconectar y cambiar el chip de entrenamiento: carrera por la playa, ejercicios en la arena y... alguna duna que otra para fortalecer las piernas.
Por otro lado, ya va quedando menos para el mes de Mayo con el inicio oficial de las competiciones de aire libre, así que el cuerpo empieza a ganar nervio y ganas de competir. Al final no acudiré a la concentración de Sierra Nevada como en entradas anteriores comentaba; en Madrid, esos días no son festivos y las obligaciones académicas y laborales no hacen posible el poder acudir.
Por lo demás, sigo bastante bien y contenta respecto a mi pie y la evolución positiva de la fascitis plantar, así que... habrá que seguir preparando con ganas e ilusión mi primera prueba combinada del año, a finales del mes de Mayo.
Espero que hayáis pasado unos buenos y tranquilos días, ¡un saludo a todos!
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