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lunes, 24 de septiembre de 2012

Sigue la Flecha

Poco a poco mis vacaciones van finalizando, volviendo de tierras gallegas con mucha ilusión y emociones vividas.

La verdad que el Camino de Santiago es toda una experiencia que merecería más de una entrada en el blog, para poder describir todo lo vivido durante estos días.

La experiencia de realizarlo en bici ha sido única, SI dura, pero única. La sensación en los cuádriceps al tener que subir puertos... es bien recompensada con las enormes vistas de las que he podido disfrutar, así como de las bajadas que luego nos esperaban.

Poco a poco íbamos pasando pueblos, peregrinos y albergues. Siempre disfrutando de la compañía que encontrábamos y animando el camino a todo aquel que nos cruzábamos, sumando km al nuestro.

Como no, siguiendo la flecha terminamos llegando a Santiago, ¡la gran y ansiada meta! 

Es cierto lo que cuentan los peregrinos, la entrada en la plaza de la Catedral de Santiago es un momento emocionante, cruce de sentimientos, ideas y emociones.

¡Hemos llegado! es lo que todos pensamos, embargándonos una felicidad enorme, abrazándonos con nuestros compañeros de viaje y, por supuesto, sentándonos en la misma plaza observando el premio conseguido.

Después de seguir tantas flechas, señales y desear ¡buen camino! a todo peregrino y bicigrino cruzado, ha merecido la pena, estamos aqui. Consiguiendo así la Compostelana.

Como buen peregrino/bicigrino, el camino no termina en Santiago, sino en el Cabo de Finisterre.

Gran lugar para disfrutar del mar y las vistas que nos ofrece. Donde los peregrinos muestran en ofrenda sus botas o alguna pertenencia utilizada en el camino, en mi caso: los guantes de la bici.

La última parada realizada en mi recorrido por Galicia, fue la playa de Samil. Lugar en el que hace meses cogí la concha que me ha acompañado durante todo el camino.

Y como no, junto con la promesa que llevaba encima, volví al mismo lugar para devolverla al mar.

Ha sido un viaje cultural-deportivo muy interesante, en el cual me ha llamado mucho la atención la cantidad de gente mayor extranjera que lo realiza de forma individual.

En mi caso, disfruté muchisimo de la compañía de mis #bicigrinas. Con las cuales he vivido una gran experiencia, que desde aquí os recomiendo.

2 comentarios:

  1. Durante el camino, parece q otro mundo se abre, y a nadie le importa de donde seas, durante el camino de Santiago tienes la ocasión de ver la mayor cantidad de sonrisas de la gente que te encuentras, y compartir palabras con gente q no verás jamás. Todo por un mismo objetivo :) Otro rollo

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  2. La verdad que sí, el Camino es otra historia. Lástima que la vida real no sea más parecido a esta vivencia.. donde como tú bien dices no importa de dónde seas ni lo que tengas.

    Un saludo!

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